sábado, 6 de octubre de 2012

Seducido por los ultrabooks


 
Este año estrené ultrabook. Sabía que me afiliaba a una categoría de producto muy prometedora pero, por muchas que fuesen las ventajas que me habían anticipado sobre estos equipos, no fue hasta que tuve en mis manos mi ultrabook que me convertí en un entusiasta. Hay productos que enamoran con sólo tenerlos en nuestras manos. El ultrabook es uno de ellos. Es probarlo y comprarlo. Por supuesto, ése es el mayor halago que podemos hacer a cualquier tecnología.

Mi pasión tiene mucho que ver con la enorme capacidad del ultrabook de satisfacer todas mis necesidades. Por razón de mis responsabilidades en Ticnova –llevo la dirección comercial y de marketing–, los viajes son continuos. Pensad que nuestro grupo integra a más de 500 tiendas. Y pensad también que tratamos con muchos fabricantes. Cerca de la mitad del tiempo lo paso en la carretera, por decirlo de algún modo. Por eso el peso pluma del ultrabook me sedujo tanto. Los ultrabooks, portátiles ultraligeros impulsados por Intel, ofrecen las mismas prestaciones que un portátil convencional, pero con menos de la mitad de peso. Además, la autonomía de la batería es mucho mayor (hasta siete u ocho horas si no exprimimos el equipo). Mi ultrabook, un Asus de 11 pulgadas, pesa un kilogramo. En tono de broma, casi podríamos decir que hay gente que lleva en la cartera más peso que ése.

Ya sabemos que muchos consumidores compran un portátil y después apenas lo mueven del sitio –sólo lo sacan para que le dé el aire en vacaciones–. Muchas veces, en esa decisión de compra pesa mucho el poco espacio que ocupan y el por si acaso: “por si acaso me hace falta ir arriba y abajo con un ordenador a cuestas”. Lo cierto es que el 80% de quienes compran un portátil le acaban dando funciones de equipo de sobremesa. Yo estoy en el 20% restante. En mi caso, un portátil, por compacto que fuese, no acababa de cubrir todas mis expectativas. Bien, eso no lo supe hasta que encendí por primera vez mi ultrabook. Como decía antes, muchos productos de tecnología sólo se aprecian cuando los tocamos y los ponemos a prueba.


 
 
 
 
 
 
 
 
Sin duda, yo era el candidato ideal para este producto, como también lo es cualquier trabajador, directivo, profesional o estudiante que hayan hecho de la movilidad una rutina en su día a día. Para todas estas personas, convence el peso, convence la larga duración de la batería y convence también la resistencia de su disco duro, de disco sólido. Tengamos presente que los discos duros tradicionales son muy frágiles, sobre todo cuando hablamos de portátiles, a los que podemos llegar a someter a importante ajetreos incluso estando encendidos. Con los discos sólidos, el arranque es muy veloz, la transacción de datos también es muy rápida y la integridad de lo que guardamos en el disco duro tiene más garantías, un argumento muy potente para quienes van de un sitio a otro con su portátil siempre a cuestas.

Antes he mencionado la fortaleza de la batería, un aspecto que quiero remarcar: con un ultrabook, se ha acabado lo de mendigar un enchufe a alguien, a quien sea. Quienes estáis/estamos enganchados a un smartphone por trabajo y/o por ocio, también sabéis/sabemos a lo que me refiero: “Perdón, ¿dónde puedo cargar el móvil?, que mi hijo ha consumido la batería jugando al Angry Birds”. Cabe destacar que los ultrabooks apenas consumen energía cuando están en suspenso, cosa que sí que pasa con los portátiles. Lo bueno es que pulso una tecla de mi equipo, y al instante recupero aquello en lo que estuviese enfrascado.

Para ser divulgativo, yo suelo definir el ultrabook como una tableta, pero con teclado, teniendo muy en cuenta que las tabletas están muy por debajo en prestaciones. Otra forma de calibrar esta categoría es tomando una moneda de 50 céntimos y poniéndola perpendicular a la mesa: si el portátil que tenemos al lado es más alto, no se trata de un ultrabook, que se caracteriza también por su fineza.

Soy de los que pienso que hay un producto para cada momento. Por eso, para mi tiempo de ocio utilizo un iPad, por poner un ejemplo. Otra gran certeza es que éste es el momento del ultrabook, un equipo para todas aquellas personas que son móviles de verdad. Si respondéis a ese perfil, haced la prueba. Os enamoraréis de este producto como yo.

Alfonso Ruiz, director comercial y de marketing de Ticnova

Autor: Beep

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